lunes, 24 de agosto de 2009

La melancolía



Odio la melancolía, ese sentimiento sinsentido que nos hace trasladarnos a lo que creemos fue un pasado mejor. Siempre he odiado esa frase que dice que cualquier pasado fue mejor. ¿Qué sentido tiene?. Si el pasado fue el presente, ¿no deberíamos concentrarnos sólo en el presente para así construir un pasado mejor?. Y, si hacemos sólo concentrarnos en el presente, ¿para qué preocuparnos del pasado?.

Mediante esas preguntas trato de darle una explicación a este irracional estado. Pero dos momentos de mi vida pasada se acercan y es inevitable sentirlo: por un lado, el aniversario del comienzo de mi andadura Erasmus y, por el otro, las fiestas en las que solía salir con mi antigua peña.

Lo primero, supongo que para la gente que lo haya vivido no hará falta dar demasiadas explicaciones. Erasmus es ERASMUS. Es la diversión, la independencia, el aprendizaje, la aventura, lo exótico, la excitación, la juventud. TODO. Y ahora no sólo hace un año que llegué a Dinamarca, sino que veo cómo la gente comienza, como mis amigas se marchan, y cómo me recuerdan a mí...

Y lo segundo, digamos que esas fiestas son un símbolo de mi vida pasada, que ya dejé atrás. Unos recuerdos a los que me cuesta desengancharme y que lamentablemente no me queda más remedio que superar.

Sin embargo, tras esta melancolía pienso en lo que el destino deparará. Al fin y al cabo, siempre he vivido junto a la melancolía: tras mi vuelta de Manchester en el verano del 2007 pensé que no volvería a tener una experiencia como aquella en mi vida. Ilusa: luego llegaron cien mil cosas mejores. Y esa es la esperanza que queda, la ilusión por lo que vendrá. El optimismo, la expectación por lo que el futuro traerá.

Además, si la melancolía no es más que un sentimiento triste hacia lo que echamos de menos del pasado, significa que lo que vivimos es tan sumamente valioso como para guardarlo en nuestra mente eternamente. ¡Si no tuvieramos esas vivencias increíbles, no habría melancolía! Así que creo que me voy a sentir afortunada de lo tristona que estoy estos días. ¡Pronto llegarán cosas mejores y un motivo más para sentir melancólica el año que viene!

Pasad un buen día y ¡nunca olvideis verle el lado positivo a la tristeza! La tristeza es el preludio de la alegría y la melancolia, ¡el signo de que nuestra vida ha sido digna de ser vivida!


1 comentario:

  1. Amo la melancolía y odio las manías y a la gente que las considera graciosas.

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